jueves, 4 de agosto de 2011

El derroche no supone una buena arquitectura



Ni el tamaño, ni el derroche de recursos técnicos o económicos, tampoco los alardes formales o la ornamentación garantizan una buena arquitectura. Pensar que el dispendio puede ser la clave del éxito de un proyecto es un error, así como también lo es pensar que la arquitectura hecha con un presupuesto limitado tiene que ser precaria y aburrida.



La buena arquitectura suele ser aquella en la que sus creadores hicieron un uso racional y ético de los recursos, es aquella que cumple con los fines para los que fue creada y que expresa el dinamismo y la intensidad con que la gente vive los lugares donde reside. 


Hacer arquitectura con pocos recursos no tiene porqué derivar en edificios pobres o deplorables; el derroche no produce buena arquitectura, la racionalidad y la sensibilidad sí, por menos recursos que se tengan.